CEGADO POR LA LUZ

22 de marzo de 2020

Porque no hay nada oculto que no haya de ser descubierto, y nada oculto que no será conocido o salgan a la luz. – Lucas 8:17

Hay cuatro cosas a las que no les gusta la luz. Una es a las cucarachas. Dos, a las ratas. Tres., a adolescentes en una habitación oscura, cuando un padre entra y enciende la luz. Y cuatro, a los ladrones. Ninguno de esos cuatro les gusta la luz. ¿Por qué? Debido a que la luz dice, «Eres bueno para nada» Y lo que hay una tendencia a que las cucarachas, ratas, adolescentes besándose y ladrones corren a esconderse cuando la luz se encienda. No quieren que los descubran y sean expuestos.

Realmente, esto es cierto para todos nosotros. Cuanto más nos acercamos a la luz, la más nuestros pecados son reconocidos. Cuanto más cerca está una persona a Cristo, más consciente de sus pecados son de sus pecados. Cuanto más una persona de Cristo, son más conscientes de su pecado y tienden a pensar que básicamente son gente muy buena. Por lo tanto, cuando la luz los expone a lo que son realmente, prefieren huir hacia la oscuridad.

Pero hay buenas noticias en todo esto. Juan 1:9 dice, Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. Y 1 Juan 1:9, Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. En otras palabras, en Jesús somos limpios: no tenemos que temer a que nos expongan. El nos ilumina acerca del camino a Dios. Él ilumina nuestra vida.