JUZGAR A LOS DEMAS

2 de mayo de 2020

¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo?” – Mateo 7:3

Imagínate que tienes necesidad de una cirugía para remover una astilla de madera de tu ojo. Es un procedimiento peligroso, un deslizamiento de la navaja y te arruina todo. El médico te dice que no habrá ningún problema en la cirugía, pero hay algo en el médico que es tan horrible que hasta es gracioso. Te das cuenta de que él tiene una madera de dos por cuatro en sus ojos.

Esta escena es ridícula es lo que Jesús estaba tratando de ilustrar cuando habló sobre juzgar a los demás. El dijo: “No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes[…] ¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? […]¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano”.

Al juzgar los defectos de los demás, con frecuencia ignoramos los defectos que hay en nosotros. Es algo ridículo querer juzgar los asuntos de las demás personas, ya que ninguno de nosotros tiene la visión suficientemente buena para saber la historia completa. Sólo Dios ve las cosas con una visión completa. Él es el único con una visión 20/20 para entender la vida de otra persona. Vamos a involucrarnos mejor en amar [a los demás] y dejemos a Dios que sea el que juzgue.