En los últimos veinte años, un nuevo número uno de objeción de conciencia al cristianismo ha surgido: ¿Por qué los cristianos piensan que tú tienes la única manera de ir a Dios y al cielo? En nuestro mundo pluralista, es difícil de aceptarlo. En un mundo de tolerancia esto parece intolerable.

Pero aquí está el problema: Jesús dijo, “yo soy el camino, la verdad, y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí.” ¿Fue Jesús realmente de mente estrecha y egocéntrica? Una pregunta natural, pero la pregunta es incorrecta.

La pregunta clave es esta: ¿Decía El la verdad? Si no lo estaba, ciertamente no querríamos creerle. Pero, si estuviera diciendo la verdad, muchos tendrían un problema. Porque si pensamos que hay muchas maneras de ir al cielo, le estamos diciendo mentiroso a Jesús. Nuestro problema está con Jesús, más que con los cristianos que creen en El.

Entonces, ¿Qué cree usted? ¿Tú crees que Jesús dice la verdad? Esta es la pregunta con la que tenemos que lidiar si somos abiertos y honestos.