NO ORES SOLAMENTE – ¡HAZ ALGO!

5 de marzo de 2023

Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿porque clamas a mi? Di a los hijos de Israel que marchen. Y tu alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entre los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. – Éxodo 14:15-16

 

Imaginemos una familia a punto de irse de vacaciones y el padre dice, «Vamos a orar por la dirección de Dios en estas vacaciones.» Ellos empiezan a orar y días más tarde todavía están en el garaje, orando. ¡No se habían ido!. Aquí hay una lección que aprendimos de los israelitas: hay un tiempo para orar, y hay un tiempo para avanzar en la fe.

Israel tenía la espalda contra la pared cuando Moisés los condujo a la esclavitud egipcia. Allí estaba el mar Rojo por un lado, el ejército egipcio en el otro. Entonces Dios milagrosamente separo ese gran mar. Ahora los hijos de Israel podrían caminar por ese mar que Dios había separado, y entonces le dijo a Moisés, «sabes Moisés, creemos que Dios hizo esto. Caminaremos ahora por este mar seco y sabemos que Dios nos ha salvado.» y entonces podríamos haber continuado orando fervientemente y haber sido masacrados mientras decíamos algunas oraciones innecesarias. Pero no sólo se quedaron allí. Salieron en fe, creyendo que Dios ha proporcionado una salida para su pueblo.

Hubiera sido el resultado de una gran cantidad de «conocimientos» de la fe, al igual que muchos de los cristianos de hoy. Muchos cristianos culturales creen en la Biblia «con toda su mente.» Y a la hora de dar sus vidas a Dios, están de pie justo en el borde del mar.

Al igual que los israelitas, debemos confiar en Dios para salvarnos. Estaban mirando las paredes de agua en ambos lados y caminando a través de ese mar de fe. Recuerda la lección de los israelitas: hay un tiempo para orar y un momento de moverse. No hay ninguna fe real hasta salir y confiar en Dios con nuestras propias vidas, no importa cuánto oremos.