PERDIENDO LA SOLEDAD

3 de febrero de 2020

“Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.” Marcos 14: 35-36

¿Cómo enfrentas la soledad? Muchos tratan de esquivarla entre la multitud; otros la esconden detrás de la máscara del ajetreo, mientras otros intentan ahogarla con distracciones: Redes sociales, noticias, televisión, Netflix, medicación etc. Pero, ¿Qué pasa cuando el ruido se disipa? ¿Cuando la botella esta vacía

Jesús era familiar con la soledad y la ansiedad. En Marcos 14, encontramos a Jesús en el jardín de Getsemaní con sus discípulos. Jesús sabía lo que le vendría: traición y la cruz. ¡Eso sí que es verdaderamente ansiedad y estrés! Sus emociones negativas eran tan abrumadoras que Jesús comenzó a orar con una intensidad con la que nunca antes lo había hecho. Jesús fue a pasar tiempo a solas con Dios, derramando su corazón a su Padre Celestial y suplicando por otra salida. Sin embargo, el oro diciendo: “Hágase tu voluntad, y no la mía”.

Así que, ¿Que podemos aprender sobre como Jesús trata con las emociones de la soledad y la ansiedad? ¿Cómo deberíamos responder?

  1. Pasar tiempo con Dios. Necesitamos pasar tiempo a solas con Dios para poder encontrarnos cara a cara con Él. No mas excusas, postergación y distracciones. No es fácil. Para muchos de nosotros, el pecado y los errores del pasado se vuelven tan dolorosos que tratamos de ignorarlo o esconderlos de Dios. Pero hasta que no vengamos cara a cara con Dios, nunca seremos liberados de esas emociones. Jesús no pecó, pero nuestros pecados que seguro le mataron.
  2. Elije la voluntad de Dios. Al final, Jesús escogió la voluntad de Dios incluso cuando fue enfrentado a una muerte horrible en la Cruz. Rindiendo nuestras vidas a Dios; diciendo no a nuestra voluntad y si a la suya, encontramos la increíble presencia de Dios que nos llena con esperanza, amor y misericordia. Jesús encontró valor para ir adelante en fe.
  3. Dios recompensa a aquellos que caminan en su voluntad. Dios el Padre levantó a Dios el Hijo de la muerte. Él reina en el cielo sobre todo hoy. Nuestra recompensa final puede no ser cumplida hasta más tarde en el futuro, a veces incluso hasta que lleguemos al cielo, pero siempre hay recompensa en hacer la voluntad de Dios.

Si tú estás luchando con sentimientos de soledad, vete a Dios. Vuelve tu vida hacia Él, y allí encontraras aceptación, perdón y el valor de ir adelante en fe. Descubrirás paz en saber que realmente no estás nunca solo. ¿Estás listo para confrontar tu soledad?