¿Qué modelo de negocios prefieres? ¿Uno que provee lo mínimo en términos de servicio y calidad, o aquel que ofrece ese servicio extra, y que además tiene una atención al cliente insuperable con un producto de calidad? A todos nos encanta cuando una empresa o incluso una persona va más alto y más lejos de lo que espera de ellos, cuando van una milla extra. ¿Por qué? Porque cuando no se requiere o espera, muestra que la compañía valora a sus clientes, y eso a menudo resulta en clientes fieles.

Cuando Jesús habló sobre ir la milla extra, no se estaba refiriendo al servicio al cliente sino a una ley romana impuesta al pueblo. La ley declaraba que los soldados romanos podrían ordenar a cualquier ciudadano cargar sus armas o su equipo por una distancia de hasta una milla. No importaba lo que uno estaba haciendo, la ley requería que la persona soltara todo y obedeciera. ¡Puedes adivinar como se sintió la gente acerca de esto! Así que cuando Jesús dijo; “Y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos”, la gente no estaba precisamente contenta.

En el contexto de hoy, esto sería comparable con el clásico jefe que espera tanto de uno que parece irracional a veces. Pero además de esta exigencia tus haces más de lo que él o ella espera, incluso si pasa desapercibido. Lo que Jesús está diciendo a los cristianos es esto: Incluso si tu jefe es muy difícil, no hagas solo lo mínimo. Ve más alto y más lejos, excediendo sus expectativas. Pero ten cuidado de cuáles sean tus motivos. No actúes de esta manera esperando una promoción o un aumento en el sueldo; hazlo porque quieres ser un testigo de forma positiva para Cristo (Mi paráfrasis). ¡Hazlo para la gloria de Dios!

Si quieres reflejar el carácter y estilo de vida que está más allá de la norma, si quieres ser un testigo de forma positiva para Cristo tienes que preguntarte: ¿Estoy dispuesto a ir una milla extra? ¡El mundo siempre se sorprende cuando hay personas que viven de esa manera!