¿Se ha preguntado alguna vez por qué algunas personas tienen que afrontar grandes desafíos en su vida y otras personas no? ¿Has oído hablar de la historia de David y Goliat?

Esto fue un gran desafío – David vio a Goliat, un guerrero muy fuerte, alto, entrenado que tenía unos tres metros de altura y transmitía a sus enemigos con mucho miedo. Sin embargo, David, era simplemente un jovencito, pastor de ovejas, que estuvo dispuesto a afrontar el desafío. Sus propios compatriotas pensaron que estaba loco, pero él tenía puesta su fe en el Señor. Recordó cuantas veces el Señor le había fortalecido y dado el coraje para enfrentar otros desafíos. Se acordó como Dios se había fortalecido en el pasado.

David dijo, «Cuando un oso apareció para atacar mis ovejas, yo mismo lo enfrente y mate con mis manos. El Señor me dio la fuerza para matar al oso, y Él me ayudará con este gigante.» Y así lo hizo. David mató a Goliat por su fe en Dios y por lanzar la piedra. Fe y acción. Fe y obediencia. David enfrentó este reto y salió victorioso porque el Señor estaba con Él.

Cuando te enfrentes con retos de cualquier tipo, el resultado será mejor si somos fieles al Señor. Afronta los retos a su lado. Dios siempre ayuda a superar los desafíos y a traernos las victorias. La fidelidad es una parte fundamental de nuestras vidas. La fidelidad tiene que estar en cada una de las cosas que tenemos en la vida. Fidelidad a Dios esto traerá grandes victorias a nuestro favor. No hay nada que sea más grande que Dios.