CONSTRUYENDO PUENTES EVANGÉLICOS

24 de enero de 2023

«Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley».

1 Corintios 9:20

Cuando el apóstol Pablo fue enviado de la iglesia en Antioquía, conoció a Timoteo. Timoteo era un joven cristiano impresionante que más tarde desempeñaría un papel importante tanto en el viaje misionero de Pablo como en la dirección de la iglesia primitiva. Con un padre griego y una madre judía, Timoteo era judío, pero no estaba circuncidado.

El significado religioso de la circuncisión y el judaísmo es un poco extraño para muchos hoy en día, especialmente cuando sabemos que no son nuestras palabras, obras o incluso acciones (siguiendo las leyes del Antiguo Testamento como la circuncisión) las que garantizan la salvación, sino sólo por la gracia y el sacrificio de Jesucristo en la cruz por nuestros pecados (Efesios 2:8). Entonces, ¿Por qué le importaría a Pablo que Timoteo fuera incircunciso?

Se trataba de sensibilidad cultural. Pablo sabía que cuando inevitablemente compartían el Evangelio en territorio judío, como en las sinagogas rodeadas de la élite religiosa, las palabras de Timoteo perderían credibilidad si descubrían que era incircunciso. (Cómo lo sabrían, no tengo ni idea). Se trataba de respetar las tradiciones y la cultura de la época para ganarse el derecho a ser escuchado. Los misioneros que sirven en regiones predominantemente musulmanas a menudo adoptan esta misma mentalidad vistiéndose de manera más conservadora o las mujeres que en algún momento eligen ponerse el pañuelo en la cabeza. ¿Esta decisión compromete su fe cristiana? Absolutamente no. Ellos simplemente están mostrando la modestia apropiada en relación a esa cultura para ganar el respeto de ser escuchados cuando comparten el Evangelio.

Respetar la cultura, las creencias y las tradiciones de los demás no significa que siempre estés de acuerdo, pero sí que da más peso a tus palabras cuando se trata de temas como la fe. Puede que no vivas en una cultura extranjera, pero aún así puedes mostrar respeto y sensibilidad en tu lugar de trabajo y en tu comunidad. ¿De que maneras construyes puentes para compartir el Evangelio?