Esa escritura ciertamente trae esperanza, ¿no es así? Todas las cosas nuevas! Todas las cosas…. este mundo en el que vivimos, nuestro entorno, nuestros cuerpos, nuestras mentes.  El concepto de «todas las cosas nuevas» es difícil de entender, pero ese pasaje también dice: «estas palabras son fieles y verdaderas». Podemos confiar en él, y podemos creerlo. A veces sólo necesitamos hacer una pausa por un momento y reflexionar sobre la grandeza y el poder del Dios Todopoderoso. Él es capaz de hacer lo que dice. Él es el principio y el fin.

A todos nos gustan las cosas nuevas. A medida que nos embarcamos en un nuevo año, tenemos la esperanza de tener mejores días por delante. Esperamos nuevas experiencias, nuevas relaciones e incluso nuevas actitudes. Sin embargo, lamentablemente, esas aspiraciones se verán desafiadas por la tragedia, la decepción y los fracasos. Es simplemente la prueba de vivir en un mundo caído. Nosotros como seres humanos somos propensos al pecado y a la debilidad, pero el pensamiento de «todas las cosas nuevas» seguro que suena atractivo.

Y afortunadamente, hay buenas noticias. Jesucristo, el Hijo del Dios Viviente, es el que está sentado en el Trono Celestial a la diestra del Padre. Jesús es Aquel que es plenamente capaz de convertir lo viejo en nuevo. Espiritualmente, eso se aplica a nuestros corazones también. Jesús puede crear en nosotros un corazón limpio, nuevo y fresco, libre de las manchas del pecado, la vergüenza o el fracaso. De hecho, la Palabra de Dios promete que nos convertiremos en nuevas criaturas cuando confiemos plenamente en Jesús como nuestro Salvador, confiando en Él con fe para perdonarnos por los momentos en que hemos fallado, ya sean grandes o pequeños.

Así que, deja ir el pasado. Entrega tus pecados, errores, y vivencias al único que puede usarlo para SU gloria. Confía en Jesús por la fe y avanza hacia las cosas nuevas que Él tiene para ti, ¡hoy!