DEJAR IR LA RELACIÓN ARREPENTIMIENTO

25 de agosto de 2018

 «Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.»  Mateo 6:14-15

Podríamos seguir y seguir caso tras caso y situación tras situación demostrando lo mismo: las relaciones, el divorcio y el volverse a casar son muy complicados. Entonces, ¿cómo hace un cristiano divorciado para volver a casarse? No te pierdas esto: Si el nuevo matrimonio que usted está considerando es el resultado de un asunto adúltero que condujo a su divorcio, siempre es incorrecto. Sin embargo, si el nuevo matrimonio no tiene nada que ver con el divorcio que ocurrió, hay algunas cosas que hacer antes de decir «sí quiero».

  1. Pídele perdón a Dios. Pero mi esposa me engañó y pecó contra mí. «¿Por qué necesito el perdón? La verdad es que nadie excepto Jesús es 100% inocente. Todos somos pecadores. Y cualquiera que haya pasado por un divorcio necesita pedir el perdón de Dios por su parte, no importa cuán grande o pequeño sea.
  2. Perdona a tu ex. Para algunos esto puede parecer imposible, pero con Jesús no es opcional. Debemos perdonar a otros de la misma manera que Dios nos perdona a nosotros (Efesios 4:31-32). Y si no lo hacemos, Él no nos perdonará. ¡Vaya, eso es fuerte!
  3. Pídele perdón a tu ex e hijos. Ya sea en persona, por escrito o por teléfono, asegúrese de reconocer que se quedó corto en esta relación. Esto es clave cuando se trata de niños y niñas. Asegúrese de que una vez que sus hijos estén en edad de entender, usted reconoce su parte en la relación rota y les pide perdón.
  4. Tómate tu tiempo. Ya sea por falta de perdón o falta de voluntad para perdonar, la carga emocional no resuelta y el dolor serán cargados sobre el nuevo cónyuge. Usted le debe a esa persona tomar el tiempo para sanar y hacer lo correcto con Dios.

El divorcio nunca es el plan de Dios. El matrimonio está destinado a ser para toda la vida. Pero para aquellos que están divorciados, una vez que han buscado el perdón de Dios, son perdonados para siempre. No te aferres a la culpa y al arrepentimiento. Confía en Dios, en Su Palabra de que «si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad» (1 Juan 1:9).