El plan a largo plazo

28 de agosto de 2018

“Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba”. Hebreos 11:8

 

¿Dónde te ves dentro de cinco años?, ¿dentro de veinte?, ¿dentro de treinta?

Esta pregunta surge por todo loado, desde una entrevista de empleo, en relaciones, hasta la planificación financiera. Saber hacia dónde uno va no sólo es algo responsable, sino que es algo que se espera que hagamos. De modo que hacemos todo a nuestro poder para crear y mantener ese ‘plan para la vida’, eliminando la mayor cantidad de incertidumbres posibles a lo largo del camino. Pensemos sobre eso. Compramos un seguro de salud y hacemos todo el intento para mantenernos saludables. Compramos un seguro de auto y de vivienda. Planificamos nuestras finanzas y programamos nuestras reuniones, nuestros proyectos y nuestras vacaciones con meses de anticipación para el futuro. ¿Cuándo fue la última vez que estuviste conduciendo tu auto sin tu GPS, navegando la ruta más rápida y evadiendo el tránsito pesado? Hacemos todo a nuestro poder para evitar las incertidumbres y para saber hacia dónde nos dirigimos. Hasta cierto punto, eso funciona—nuestras vidas siempre son relativamente seguras y predecibles.

Pero, ¿qué si Dios te pidiera que abandonara todo? A dejar el trabajo que te ayuda a pagar las cuentas, a abandonar la comunidad de tus amigos y a mudarte a otro lugar, comenzando todo de nuevo. ¿lo harías? ¿le entregarías tus planes de largo plazo a Dios?

Dios le pidió a Abraham a que hiciera eso y él, abandonando todo, obedeció el llamado de Dios incluso cuando no sabía a donde iba. ¿Cómo fue que él logró hacer eso?

  • Fe: La fe de Abraham en Dios era mayor que su fe en sí mismo. Él lo entregó todo, poniendo sus planes de largo plazo en las manos de Dios.
  • Con todo: es una cosa saber lo que Dios quiere, pero otra es hacerlo. Abraham puso su fe en práctica al obedecer el llamado de Dios. Él entró “con todo”.
  • Llamado: Abraham estuvo claro de su llamado para la vida. Como cristianos, nuestro llamado es seguir a Cristo sobre todas las cosas, incluso cuando el llamado no tiene nada de sentido para nosotros.

Échale un vistazo a tu plan a largo plazo: ¿dónde vas?, ¿está Dios pidiéndote a entregar algunos o todo ese plan y a confiar en Él de una nueva manera? Talvez se trata de tus finanzas, de tu carrera, o de una relación. Toma algún tiempo para detenerte y pregúntale a Dios cómo se ve ese plan para ti. Pídele a Dios que te ayude a poner Su plan sobre los tuyos.