JESÚS LLAMA A LOS DISCÍPULOS

9 de junio de 2020

“Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí…” Marcos 1:16 -17a

¿Te has preguntado alguna vez por qué los discípulos decidieron dejar todo atrás; el trabajo, la familia, los negocios y la vida tal como la conocían, ¿para seguir a Jesús? No tenían los Evangelios para conocer el final de la historia; ¡fueron ellos los testigos directos de esos capítulos finales! Así que cuando Jesús extendió el llamado a seguirle, ¿por qué fueron? Estos duros pescadores, dueños de pequeños negocios con familias – ¿cómo se atrevieron a dejar todo para seguir a Jesús? En realidad, no lo hicieron… no de inmediato. Cada una de sus historias de cuando cocieron a Jesús comenzaron en realidad mucho antes.

Todo comenzó con Andrés. Un día, durante un tiempo de avivamiento entre el pueblo judío, Jesús apareció y fue bautizado por Juan el Bautista. Juan el Bautista, maestro y profeta bien conocido, llamó a Jesús el «Cordero de Dios,» dando a entender que el quitaría los pecados del mundo. Andrés, seguidor de Juan el Bautista y futuro discípulo de Jesús, tuvo curiosidad. ¿Podría Jesús ser realmente el Salvador? (Juan 1:35-37)

Andrés fue a contarle a su hermano. Después de hablar con Jesús, Andrés le presentó a su hermano Simón. Jesús cambio el nombre de Simón a Cefas o Pedro, que significaba ‘la roca’. De repente, Jesús captó toda la atención de Pedro. (Juan 1: 40)

Ellos fueron testigos de milagros. El ministerio de Jesús comenzó en el pequeño pueblo de Capernaum, el mismo pueblo donde vivieron Andrés y Simón Pedro y donde fueron testigos de primera mano de los milagros de Jesús. (Lucas 4:31-41)

Jesús respondió a una necesidad personal y profesional.  Jesús sanó a la suegra de Simón Pedro y más tarde realizó un milagro de pesca: el área profesional de Andrés y Simón Pedro. (Lucas 4:38-39, Lucas 5:4-7)

Y entonces tiene lugar el llamado a seguir a Jesús. Los ojos de Simón Pedro finalmente se abrieron, reconociendo su pecado. En ese momento de convicción, de reconocimiento de la santidad y de la grandeza de Jesús, Pedro estuvo dispuesto a dejar todo para seguirle a Él.

¿Estás listo para aceptar el llamado de Jesús en tu vida? Tal vez estás empezando a conocer a Jesús. Tal vez has estado buscando por un tiempo. Pero hacerse cristiano no se trata sólo de saber QUIÉN es Jesús: Se trata de responder a Su llamado a seguirle. La pregunta es: ¿Cómo responderás tu?