LA CURA PARA LAS PREOCUPACIONES

16 de enero de 2016

«Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre Celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?» – Mateo 6:26

Una mañana caminaba fuera de mi casa, cuando la luz estaba comenzando a verse en el horizonte. Las aves alrededor del patio, fueron volando y cantando. Ellos están emocionados por otro día, preparándose  para ir a trabajar, encontrar ramitas para su nido y gusanos que alimentarse. ¡Los pájaros no tienen una preocupación en el mundo! Viven un estilo de vida que muestra una relación de confianza para su Creador, mientras que van recolectando de los recursos, que Dios tiene disponibles para ellos.

Pero mientras las aves confían en Dios cada día, también trabajan duro de sol a sol. Como ese famoso filósofo anónimo dijo una vez: «orar como si todo dependiera de Dios y trabajar como si todo dependiera de ti.” Ora al Señor, comparte tus preocupaciones e inquietudes. Trabajar duro como las aves. Simplemente no tendrás tiempo para preocuparte. Si lo hacemos cuando confiamos en Dios y trabajamos duro.