«Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.«
– Apocalipsis 1:17-18
Muchas personas están buscando poner en duda el cristianismo. Para este fin tratan diferentes argumentos que tratan de cuestionar las verdades que el cristianismo afirma.
El gran esfuerzo lo hacen alrededor de la resurección de Jesucristo porque esto clave, ya que si probaran que Jesús no recusitó entonces el cristianismo sería una gran mentira. En 1930 un abogado británico llamado Frank Morrison, cogió este desafió para tratar de destapar esta falacia y demostrar al mundo que la resurrección es un mito. Morrison utilizó sus habilidades como abogado, y trato de argumentar que esto era un fraude. No solo lo hacía para sí mismo sino para que todo el mundo se diera cuenta de una vez por todas.
Morrison comenzó a estudiar las evidencias tal como trataba sus argumentos delante de una corte. A medida que realizaba este trabajo algo asombroso sucedió. Este abogado escéptico, comenzó a darse cuenta que la evidencia de la resurrección de Jesús era tan fuerte y aplastante por los testigos oculares y los relatos que tenemos de ello que la idea de la resurrección se fue asentando en su cabeza a lo largo de la investigación. Este abogado finalmente desistió en buscar los argumentos en contra de la resurrección porque se encontró con la evidencia de que Cristo si resucitó.
¿Y tu que piensas sobre la resurrección de Jesucristo? ¿Has considerado seriamente las evidencias que hay para afirmar esto? o ¿Simplemente la niegas para vivir una vida sin tener que rendir cuentas a nadie ni a Dios?
Mira las pruebas que hay en cuanto a la resurrección y decide después de eso si es la pura verdad o ficción.
