Un voto para Jesús

26 de agosto de 2016

“Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”. Marcos 1:1

Hace  un poco más de siete años que el Presidente Obama entró en el Estadio Mile High de Denver, Colorado frente a una multitud ferviente de 75 mil personas. Casi se podía sentir como que su entrada tenía un sentido de adoración. Eso se debe a que con la llegada de cada elección presidencial, las personas anhelan más y más a un salvador para que limpie el desastre en el que nos encontramos.

Los estadounidenses se ponen más y más desesperados y cada vez están más perdido; tanto que, mientras estamos en otro ciclo de elección presidencial, el candidato republicano electoral, Donald Trump, quien es visto por algunos como la respuesta, independientemente de cuán extrañas o absurdas sean sus declaraciones. Sus fieles seguidores simplemente creen que él logrará resolver el problema en el que estamos.

Lo interesante es que del lado de los demócratas, a pesar de que Hillary Clinton está teniendo problemas con sus escándalos de e-mails (correos electrónicos), Bernie Sanders (auto-declarado socialista) está rodeado de fans que le adoran, parecido a como adoran a Trump sus seguidores. Los seguidores de Bernie Sanders creen que talvez él sea el individuo que pueda arreglar el problema en que estamos metido.

Ahora bien, yo no sé cuáles son tus pensamientos políticos, pero tengo noticia para ti. El motivo por el cual estamos metido en el problema que estamos se debe al pecado mío y tuyo. Y solamente hay un hombre que nos puede salvar de este desastre y Su nombre es Jesús. Porque tenemos una naturaleza pecaminosa, nosotros sólo podemos añadirle al problema en el que nos encontramos hoy.

Sobre eso trata el evangelio. El evangelio es buena noticia que sigue de la mala noticia. ¿Cuál es esa mala noticia? Ella trata con que nuestro pecado realmente arruina las cosas. Nuestro pecado ocasiona que nosotros caigamos de la gracia de Dios y causa nuestra separación de Él.

Entonces, ¿cuál es la buena noticia que sigue la mala noticia? Esa noticia es que Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a pagar el castigo que nosotros merecíamos por nuestro pecado, vino para morir literalmente en nuestro lugar y confrontar el juicio que nosotros merecíamos. La buena noticia se hace incluso mejor. Después que Cristo murió, Dios el Padre le resucitó de entre los muertos, venciendo así el pecado y la muerte, de manera que cuando tú y yo escogemos ser seguidores de Cristo, nosotros no solamente recibimos el perdón por nuestros pecados, sino que también recibimos el regalo de la vida eterna. Esa es la noticia más grande que alguien pudiera alguna vez escuchar.

Quiero hacerte un reto hoy. Si tú no has puesto tu confianza en Cristo como tu única esperanza para la salvación y la vida eterna, ¿por qué no tomas esa decisión hoy? Ningún candidato presidencial nos puede salvar del desastre que nos encontramos. Solamente Jesús puede hacer eso.