POR VENGANZA

1 de julio de 2019

«No juzgueis, para que no seais juzgados. Porque con el juicio con que juzgais, sereis juzgados, y con la medida con que medis, os sera medido.» – Mateo 7:1,2

¿Alguna vez has deseado que la persona que te hizo daño tendría que recibir lo que se merece con creces?  Lo cierto es que muchas personas se salen con la suya, hacen lo que realmente quieren y no reciben ningún tipo de castigo o repercusión por el mal que cometen.

Quizás has visto estas tres representaciones anteriormente en algún lugar o algo similar:

Representación 1: Aparece alguien con deseos de gran venganza, orando por las fuerzas armadas de su país: «Dios por favor, que le duela mucho a los enemigos nuestro ataque.»

Representación 2: En la escena sigue este hombre orando, y un rayo que impacta la tierra muy cerca de Él le llama enormemente la atención.

Representación 3: El hombre dice en su oración a Dios: «Dios, déjame reformular mi petición antes de que ataquemos!»

Así que, cuando ores, ten cuidado con lo que dices a Dios, porque a menudo nos encontramos que nuestro peor enemigo en nuestra propia vida es uno mismo. Jesús dijo: «No juzgues para que no seáis juzgados, como juzgues así también serás juzgado.»

El deseo para hoy es que no sean tan áspero y duro con los demás, porque Dios que ve lo que la gente no ve, un día te juzgará a ti también.